El otro día, viendo el partido Madrid-Barça (no voy a hablar de la liga, no os preocupéis :) ), me llamó mucho la atención la forma de juego que tienen algunos jugadores.
Mientras unos en el campo intentan jugar al fútbol, compitiendo al máximo nivel que pueden, esforzándose por intentar dar un bonito espectáculo a la vez que meter goles, otros... se dedican a dar un ejemplo deleznable del ser humano.
¿Es eso lo que queremos ver? ¿Es eso, acaso, fútbol?
Desde pequeñito me ha gustado jugar al fútbol, he jugado (y siempre que pueda lo haré) muchísimo, y entiendo que en ciertas situaciones uno puede cometer errores, por una subida de adrenalina que no controla, terminando en situaciones vergonzosas, como las vistas en los últimos clásicos (ojo, lo digo por los dos bandos, no defiendo a nadie).
Pero una vez calmados, una vez que nos hemos duchado, e incluso una vez que hayas dormido, llega la hora de reflexionar. ¿Ha estado bién esto? ¿Me habré equivocado al hacer aquello?
Una persona como yo, que juega con sus amigos no tiene cámaras para ver las acciones propias, pero aún así, uno sabe lo que ha hecho, uno conoce sus actos, y debería saber rectificar.
¿Tan difícil es pedir perdón? ¿Tan difícil es reconocer los errores que cometemos?
Pues parece que si. Parece que el ser humano es, ante todo, orgullo puro. Parece que es más difícil pedir perdón que reconocer algo que está grabado, que TODOS podemos ver y que, lo que es peor, TODOS sabemos que es así.
¿Pero es realmente ésto cuestión de unos pocos, o es cuestión de todos?
En éste punto, solo queda preguntarse: ¿Cuándo fue la última vez que pedí disculpas? (no vale el típico perdón de un empujoncito en el autobús/acera, tiene que ser una disculpa sincera). ¿O es que nunca nos equivocamos?
Creo que ésto, más que de condición de ser humano, es una condición de educación. Todo queda en casa, en lo que nuestros padres nos han enseñado.
Por suerte (eso creo) mis padres, y en especial mi madre, me han enseñado que desde la humildad y el respeto, hablando, se puede solucionar todo. Pudiendo reconocer nuestros errores e intentando ser cada día, mejor persona.
Solo quería, y mira que me he enrollado para hacerlo :), haceros reflexionar sobre ésto. Haceros pensar: ¿Podemos ir a mejor como personas? ¿Es realmente necesario mirarnos desde fuera nuestras acciones para darnos cuenta de nuestros errores? ¿Sería el mundo un lugar mejor si no nos limitáramos a mirarnos el ombligo?
Animaos y opinad :)
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